4.9.06

Felipe Kinto

El sol quema, ¿quién crees que soy?
Cada cierto tiempo creo que sé...
mas, sólo sé que por sobre los árboles se extiende el horizonte
y que por la noche me duermo mirando el mar

El Señor Rey me ha encomendado una misión.
No se si el rey está realmente loco
A veces creo que él no es más que un niño, disfrazado de Rey...
La verdad es que mucho no me importa,
al final, cada uno con su vida.

Amigos, debo decirles que me encuentro bastante cansado,
si tan solo pudiera avanzar sin tener que construir castillos.
Ahora todo se ha vuelto castillo,
¡Un gran laberinto de castillos!

No se imaginan cuánto quisiera ser una flecha al viento,
sin origen ni destino.
Pero haber nacido Rey...
Es como querer pasear desnudo sin ser visto.
Si de pronto todos cerraran los ojos...

Qué felicidad la de un río que cambia su curso y se lanza a la aventura,
aventura que obviamente dura hasta que cava un nuevo surco.
...pero aventura al fin.

Y qué dicha la de un niño que al caer la noche
se deja caer en los brazos de su madre o de su padre
y sueña libre y seguro.
Porque para eso no necesita de un palacio,
porque no siente temor a la pobreza ni a la ignorancia,
porque no sabe ni sospecha, la existencia de un mañana.

Perdón, creo que me excedí,
si es así pido disculpa,
ahora me debo marchar,
el REY - NO debe esperar.