5.7.08

Sobre la Musa del Poeta

La musa verdadera
no tiene color de piel
no ha tenido cumpleaños
ni callos en los pies
es terrible como un tornado
y agria como la miel

No le importan las joyas
ni mis malos modales
le apasiona el buen vino
los deseos inmorales
le agrada encender el fuego
y bañarse entre mis sales

Impuntual es su reloj
pero fiel su calendario
no se abriga en invierno
ni hace dietas en verano
no le gusta hablar de hijos
ni del clima, ni del diario

La serpiente es su mascota
o su ave de corral
es amante de la suerte inspiradora,
y celosa de la culpa castradora,
es la reina del espejo
para bien y para mal

La musa verdadera
se distingue de toda mujer
en que no será envidiada
calumniada ni agredida
porque bien sabemos que ellas
nunca la podrán
ni querrán
ver

Para hallarla...

Para hallar la inspiración
he comprado algunas cosas
un atrapa mariposas
y un fino bisturí

Un cometa oxidado
mariguana, LCD
el rosario de un pobre cardenal
un microscopio y su manual

He viajado sin cesar
en aviones, autos, trenes
por cantinas trasnochadas
por prisiones y cuarteles

He dormido en el desierto
he rodado por los cerros
fui soldado y pirquinero
fui la sombra de mi perro

He gozado del azar
varias veces me he escapado
por morder un colibrí
fui tres veces condenado

Enmendé algunos errores
tuve un hijo, me casé
por tratar de ser coherente
mate a mi padre, y luego le perdoné

Por hallar la inspiración
cuántas vidas viviré
seré un monje, un sastre, un rey
un cometa sin rumbo ni ley

Mas, ahora con su permiso
debo cambiar de tema
para hallar otro poema
iré a leer

3.7.08

Tiempo de asalto

Si me preguntas,
A quién robarle tiempo para escribir,
te podría decir:

Al bostezo de una clase rutinaria
al boleto arrugado del camino
al viejo estanque de algas plásticas
a la paja muerta de mi establo.

A los muertos que guardo en el armario
al verso hueco y pomposo
a los montes de silicona televisiva
a las horas de condena nacional.

A la musa adormecida y desteñida
al hijo triste de un santo
al rencor de mis queridos enemigos
a la envidia de un pejesapo.

Al credo del kepchu sobre las papas
a las alas de un huevo duro
a la pelusa del ombligo del mundo
al piñén patudo y arrogante.

A una lagrima que no será derramada
al reloj de arena congelada
a mi patria amarilla
al reportero pesimista
a la magia suplantada
al temor, a la apatía
y a tantos, tantos más…

Ahora, si me preguntas,
Quién me dará su tiempo para escribir,
la respuesta es una:
el Amor, sólo el Amor
eterno y expansivo.

Lamentablemente

Los poemas que olvidé
como aquellos que perdí
ya no los volveré a ver

ni podré volverlos a escribir.

Poema sin nombre, año 93.

Reina de mi mente
en las noches de la nada
fantasía caminante
de las tierras encantadas

Me das sexo y alegría
deseo y esperanza
de amarte en carne viva
y morir entre tus llamas

Espoesismo

Las palabras de un poema
son brillantes excusas
chalecos antibalas, anticulpas

Son anillos transparentes
un permiso ilegal
para el túnel infinito
subterráneo, subreal
de rieles circulares
que conduce el entender
al reverso y más allá
de mi espejo cristal

28 / 03 tipo 1:30 am, desvelado... 2° día en Talca

Es bastante extraño saber que comienza una nueva etapa,
perdón... saber que comenzó una nueva etapa.
Mirar para atrás y ver tantos comienzos,tantos finales,
tantos momentos que uno quisiera amarrar sino congelar,
tantos abrazos, deseos, ilusiones, decepciones...

Ver cómo la vida da vueltas entre finales y comienzos, y saber
que este preciso momento es parte
de ese efímero estado intermedio
en el que no hay origen ni destino,
en el que habito un lugar que supone ser mío
pero que desconozco,
en que me bato entre saludos y bien venidas,
no sintiéndome parte de lo uno ni de lo otro,
siendo todo el rato un extranjero en tierra de nadie,
agradecido de haber alcanzado la promesa divina
de la tierra prometida,
pisando la tierra prometida como si esta fuera mía,
pero no lo es ni lo puede ser,
porque en este instante casi nada es mío, más bien,
nada es mío y nada puede ser mío,
porque en este momento anda mi alma extraviada,
y escribo aquí para ayudarme a encontrarla.

Ese es el tema de fondo, el alma no es embalable,
no se le puede encargar a la mudanza…

Para no exagerar, anda parte de mi alma perdida,
cosa que hasta hoy no sabía que podía suceder…
Y recién, sin querer,
la buscaba en mis agendas de años pasados,
y luego, también sin querer,
me puse a editarla en esta hoja
sí aquí, en estas líneas,
y al parecer algo he logrado,
ya me está dando un poco de sueño…

Si no me duermo seguiré en la hoja que sigue.

Muchacha de Costa Blanca

I
Ojitos, dulces almendrados
de madrugadas y narices frías
de bufanda y calcetas rotas
Pupilas de manantial

Ojitos de gato mimado
Grietas de azul infinito
Llaga de uva rosada
Brote de fresco humedal

Hija de ásperas tierras
Sirena de jumper magro
deja tu nido de cardos y metales
ven y duérmete en mis mares

II

Mi niña
te miro y me sonrojo
Te vez tan bella en mi horizonte
Tan bella vestida de versos
te visto y desvisto en silencio

Respiro tus sueños en tu cara de sueño
y a cada bostezo le ofrezco mi abrigo
Me quedaría así, tan pobre y desnudo
sujeto a la dicha de tus tiernos pechos

III

Niña
mi niña, princesa
Te miro y te veo asustada
Pienso que sabes que siento
Sabes que sé lo que piensas, luego

Avergonzado digo adios y me levanto
desde mi ingenua esperanza
tomo una flor, deshojo un poema
guardo en el bolsillo este momento
respiro tu luz, apago mi vela.