9.11.08

Poemas Muertos

Nacen a menudo poemas muertos
Fríos, secos, sin alma
Sin firma, sin rostro, sin nombre

Y es que se gestan muchos sin sesos
Deformes o sin corazón
Para ser luego abortados
Para sentir aquel tibio placer
De ver correr la tinta sobre la hoja
Para dar y quitar belleza, cual semidioses
Vanidad ingenua de todo poeta
Que muere pronto en su intento de poema
Dejando sus tenues huellas
En las arenas de su propia memoria

Ahora bien, se crean más que poemas
Ideas fugaces, voraces e incendiarias
Que diseminadas según el viento
Caen frecuentemente al mar
O sobre algún lejano desierto
Como espermios en la palma de mi mano
Como semillas en el aceite
O sueños húmedos pero olvidados
Descansan en la indiferencia eterna
De un efímero puñado
De papeles arrugados

Escribir un Poema es un Fin en si mismo

Digo esto para que sepan
Que si digo “porque sí”
Respondiendo al “por qué escribo”
Es porque es así.